Las tendencias epidemiológicas señalan que cada vez es más temprana la irrupción de condiciones como la Hipertensión arterial, la diabetes mellitus y el cáncer, lo cual representa un problema de salud pública que exige recursos profesionales sólidos para la prevención y la curación (Cordera y Murayama, 2012). Las Enfermedades crónicas (EC) de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) son: “Enfermedades que tienen una o más de las siguientes características: son permanentes, dejan incapacidad residual, son causadas por alteración patológica no reversible, requieren entrenamiento especial del paciente para rehabilitación, se puede esperar requerir un largo periodo de supervisión, observación o atención.

Las EC pueden ser transmisibles como el VIH, o no transmisibles como las enfermedades cardíacas, los infartos, el cáncer, las enfermedades respiratorias y la diabetes, que son las principales causas de mortalidad en el mundo, son responsables del 63% de las muertes.

El impacto de las enfermedades crónicas está creciendo de forma sostenida en numerosos países de ingresos bajos y medios, la necesidad de predecir, comprender su relevancia y de intervenir urgentemente contra ellas es día con día más imperante y México no es la excepción (Encuesta Nacional de Salud y Nutrición [ENSANUT], 2012; OMS, 2012).

Anteriormente se pensaba que las enfermedades crónicas se presentaban únicamente en personas adultas mayores o adultos maduros; sin embargo, las estadísticas epidemiológicas proporcionan evidencia suficiente de que niños, adolescentes y adultos jóvenes las desarrollan, teniendo como principal factor de riesgo el estilo de vida.

La inclusión relativamente reciente de los Psicólogos en el rubro de la salud, cuenta con procedimientos de intervención tanto individuales como grupales, familiares y/o institucionales sobre los procesos psicológicos relacionados con el problema de salud atendido.

Otra asignatura pendiente en México en materia de Interacción social, es el tema de la violencia y su contraparte: la Educación para la Paz y el respeto a los Derechos Humanos. La tercera línea propuesta en el presente programa, como una alternativa para contribuir en la construcción de una cultura de paz, a través de la formación de profesionales capacitados en el particular.

La Educación para la Paz y Derechos humanos constituye un enfoque pertinente, en el contexto actual de violencia y maltrato en las interacciones sociales. La vida cotidiana de las personas está rodeada de eventos violentos desde el nivel macro (cultural-ideológico) hasta el nivel micro (individual). En este sentido, la Maestría en Intervención Psicológica, considera fundamental, formar profesionales de la psicología que tengan las herramientas teórico-metodológicas para desarrollar intervenciones que promuevan interacciones sociales de buen trato basadas en la Educación para la paz y el respeto a los Derechos humanos.

El incremento a la violación de Derechos Humanos en México, crece paulatinamente, generando un fuerte aumento de malestar en la sociedad mexicana. Siendo el respeto a los Derechos humanos un indicador de la gestión de los gobiernos que se pretenden democráticos, surge la necesidad de una línea de investigación que refiera a la generación de estrategias para la promoción y la construcción de relaciones de buen trato con y entre la población.

En México, la evidencia del establecimiento de relaciones sociales basadas en el maltrato y violación a los derechos humanos, se registra en las encuestas sobre violencia y percepción de inseguridad, las Encuestas Nacionales de Violencia y las cifras sobre violencia en las escuelas.

Por lo anterior, resulta relevante y fundamental desarrollar intervenciones psicológicas con base en la promoción de interacciones sociales que favorezcan el buentrato, la noviolencia y el respeto a los derechos humanos. La Educación para la paz y los derechos humanos nos brinda el marco teórico-metodológico para llevarlo a cabo.

Los equipos de trabajo que han abordado el tema de la noviolencia, lo han realizado desde enfoques interdisciplinarios o transdisciplinarios, dada la complejidad de la problemática. Interviniendo distintas áreas de las Ciencias Sociales: Derecho, Pedagogía, Sociología, Antropología, Filosofía, Economía, Historia y Psicología.